La República Dominicana es un país que depende en gran medida de sus recursos hídricos para el abastecimiento humano, el riego agrícola y la generación de energía eléctrica. Sin embargo, el país también enfrenta el desafío de la sequía, que podría agravarse con el cambio climático y el aumento de la demanda de agua. Ante esta situación, el ministro de agricultura, Limber Cruz, ha impulsado la construcción de dos micro represas en las comunidades de El Quemado, el Romero y Arroyo Hondo en La Vega. Estas micro represas están diseñadas para aprovechar las aguas de escorrentía en tiempos de alta pluviometría en la cuenca seca de las referidas comunidades, es decir, que “en tiempo de seca” los productores ahora tienen acceso al agua para continuar cosechando.
Estas obras representan una garantía para dotar de agua a la agricultura y ganadería en las zonas donde se construyen, y de continuar este modelo podrían beneficiarse miles de productores que se dedican a estas actividades. Además, este tipo de micro represas contribuyen a mejorar la biodiversidad, la temperatura, el clima, los humedales y el ecosistema, de igual forma, son beneficiosas para el nivel freático y acuíferos del área.
Las micro represas son una solución innovadora y sostenible para enfrentar la escasez de agua y fomentar el desarrollo agrícola y ganadero en República Dominicana. Por ello, es importante que el ministerio de agricultura y el gobierno apoyen la consolidación de este tipo de proyectos que deberían realizarse en todo el país, aprovechando las potencialidades hídricas que posee la nación.
Si el gobierno consolida la visión del ministro Cruz, las micro represas permitirán almacenar el agua lluvia que se pierde por escorrentía y utilizarla en épocas de sequía para regar los cultivos y abastecer al ganado, además de que se mejorará la calidad y cantidad del agua disponible para la agricultura y ganadería, mientras se generan beneficios sociales y económicos para las comunidades rurales.
Felicitamos a el ministro Cruz por estas iniciativas, pues en tiempos de sequía, en la zona de El Quemado, el Romero y Arroyo Hondo, la agricultura y ganadería pudo continuar su producción sin mayores contratiempos.